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domingo, 7 de noviembre de 2010

TOMA TRAMPA FEST



Llevo queriendo ir al Oktoberfest de Munich bastante tiempo, pero la verdad es que es muy complicado por las fechas, el curro, la gente.
Este año, gracias a mi amigo Eugenio he hecho una escapadilla a un sitio que no es Alemania, pero como si lo fuera: Mallorca. Seguro que es el sitio del mundo con más alemanes, a parte de Alemania, aunque allí hay muchos turcos.

Llamé a 2 amigos, José y Antonio y, ni cortos ni perezosos nos compramos unos billetes para hacer una de mis últimas locuras: irnos un sábado por la mañana para Mallorca, beber cerveza y comer salchichas hasta morir, y volvernos el domingo por la tarde a nuestra casica.
Si habéis visto Callejeros o Comando Actualidad sale un reportaje del Ocktoberfest paralelo que se monta en la isla para los turistas borrachines germanos.

Eugenio había llamado a Jesús y a Emilio, residentes en Palma, pero chanero y granaino de corazón, para reventar con el aureo líquido.
La cosa no estubo mal, desde las 12:30 de la mañana que empezamos en el Lizarran, hasta las 4:30 de la mañana que nos acostamos, bebiendo cerveza, cogiendo autobuses, comiendo kebabs y codillo, y aquí es donde quería yo llegar, al codillo o más bien al puré de patatas con rodajas de tomate que llevaba de acompañamiento.

Resulta que no me gusta el tomate, cosas de la vida, y José (que ya lo sabía pero con la tajá que llevábamos todos seguro que no se acordaba) no se lo creía. Me dijo que me comiera un trozo y yo le dije que no. Una de las múltiples veces que me levanté de la mesa para ir al servicio para expulsar de mi cuerpo múltiples sustancias (seguro que no queréis que dé detalles) me tendieron una TOMA TRAMPA.

Esta Toma Trampa consistía en esconder un trozo de tomate en el puré, esperar que yo cogiera un poco de puré y me lo comiera. Efectiviwonder, eso fue lo que pasó, me metí un poco de puré con el tomate camuflado y, una vez en la boca me lo tragué, no lo iba a escupir. Ahí fue cuando José empezó a decir Toma Trampa y, te gusta el tomate, cosa que sigue sin ser cierta. Lo pasamos bien, volveremos y, la próxima vez, lograremos nuestro objetivo: dejar la isla sin cerveza.


ANTES DE BEBER CERVEZA

DESPUÉS DE BEBER CERVEZA