CONTADOR+1850 VISITAS (DE ANTES DE QUE SE JODIERA EL OTRO CONTADOR)

jueves, 21 de mayo de 2009

CONMEMORACION 2000 VISITAS (+1850 DEL OTRO CONTADOR ANTES DE QUE SE JODIERA)

Sigo contando cosas de mi abuela Virginia, que cosas tenía.

Veía todas las telenovelas que se le ponían por delante, y no se enteraba de ninguna. Siempre estaba diciendo que nos calláramos cuando estaba la novela para ver si se enteraba de algo. Un día, que estaba viendo el capítulo 200 de Esmeralda le pregunté que como se llamaba el protagonista, me miró como cagándose en mí y no me contestó. No se sabía na más que el nombre de la protagonista, y era porque era el mismo que el de la telenovela, a los demás los reconocía por el físico pero no sabía como se llamaban.

Nunca sabía a que hora las ponían, así que un día fue a un kiosco a comprar la Teleindiscreta, llegó a mi casa y le dijo a mi madre que el kiosquero la había mirado mal cuando había pagado la revista. Mi madre se fijó y vio que mi abuela había comprado una Interviú...

Mi abuela era muy curiosa, una noche que estaba sola en su casa, cambiado con el mando pilló una película erótica(sería un viernes). Otra persona habría cambiado, pero al día siguiente pasó por mi casa y se lo contó a mi madre: Pues una tía en pelotas y el tío tocándole las tetas... Mi madre se horrorizó, pero es que mi abuela era una mujer curiosa, seguramente yo lo habré heredado de ella.

PROFESIONES PINTORESCAS

Gerardo, no podía haber sido otro, me ha mandado este vídeo buenísimo. Na más que de verlo me entran ganas de hacer cosas parecidas y ponerlas en el YouTube a ver si me hago famoso.

PIQUE (QUE NO PICO) DE SANGRE


La verdad es que repasando mi vida, me han pasado cosas bastante curiosas.
Todos los años, durante una semana, iban a las Facultades los del SAS para recoger sangre.
Yo me hice donante y cada curso, a mitad de tarde si tenía hora libre me iba con alguno de mis compañeros a merendar, sí, porque después de donar te daban refrescos, maritoñis, caracolas, zumos y un boli de regalo.
Un año salimos el Charlie y yo y nos fuimos al chiringuito que tenían montado en medio de la entrada. Entramos al mismo tiempo, nos pusieron la bolsa y, nos miramos.
Charlie dijo: ¡A ver quién la llena antes!, y se puso a abrir y cerrar la mano como un loco. Claro, yo no podía hacer otra cosa que imitarle e intentar con todas mis fuerzas llenar esa bolsa transparente del rojo líquido que corre por mis venas.
Conclusión:Charlie pesaba cerca de 100 kilos, y yo 80 y tantos, se ve que la sangre le salía a borbotones y llenó antes la bolsa, no recuerdo cuanto nos apostamos (seguramente nada) pero nos lo pasamos muy bien.