CONTADOR+1850 VISITAS (DE ANTES DE QUE SE JODIERA EL OTRO CONTADOR)

domingo, 27 de junio de 2010

ASTERIX Y OBELIX Y LA BURBUJA ESPECULATIVA

El otro día me metí en la página MENEAME, y encontré un artículo sobre la burbuja especulativa de la construcción, es la bomba. Os dejo el enlace y el artículo:



« Burro grande ande o no andeCuando la administración se olvida de a quién sirve. »Asterix, Obelix y la burbuja especulativa
Hace ya muchos años que empecé a leer las historias de Astérix. Astérix y los juegos olímpicos fue el primero que me regalaron a finales de los 70, desde entonces, toda la colección ha pasado por mis manos. Sólo los que han leído las historias del galo y su gordo compañero son conscientes de los puntos de ventaja que su lectura proporciona a la hora de abordar una buena partida de Trivial. La geografía europea y toda su terminología romana: Helvecia, Lutecia, Hispalis,… las tradiciones de cada país: los toros en España, las fondues Suizas,… la historia de Roma/Europa, …

Pero la relectura de las historias de Astérix, ahora ya de la mano de mis hijos, me ha deparado una verdadera sorpresa al descubrir una lección de economía y, más en concreto, una lección sobre el proceso de creación y destrucción de las burbujas especulativas sobre activos. Resumo la historia:

Después de haber arrasado una vez más un campamento romano, el César se muestra desesperado de su incapacidad para doblegar a los galos. Cayo Coyuntural le sugiere un maquiavélico plan para forzar la decadencia de la Galia.

Cayo empieza a comprar menhires a Obélix mediante el crédito ilimitado que le concede el gobierno. Obélix, seducido por las potenciales ganancias en sestercios que el negocio le proporciona, deja de cazar jabalíes para dedicarse a la producción, venta y distribución de menhires. Poco a poco casi todo el pueblo entra en la dinámica. Unos cazan para Obélix, que ya no dispone de tiempo para ello, aunque es lo que más le gusta, otros pican piedra para él y otros le tejen lujosas vestimentas.

Astérix está desolado pues su amado amigo ya no le hace caso y no le acompaña, tan sólo le preocupa ganar más. Sus reflexiones con Panorámix(el druida) no tienen desperdicio. Ambos están especialmente extrañados, pues no saben para que sirve tanto menhir, de hecho nadie lo sabe. A los demás les da lo mismo, como ganan dinero, pierden completamente de perspectiva la irracionalidad de lo que están haciendo…

Pronto la competencia empieza a surgir, el pescadero produce menhires, edadepiédrix(el vejete) también se une a la moda y lo mismo eseatumátix(el herrero). Ante el exceso de oferta el gobierno empieza a comercializar los menhires, que compra a los galos, a todo el pueblo romano. Se convierte en un producto de moda, si no tienes tu menhir no eres nadie. Los propios romanos empiezan a producir menhires y ante el intento de veto por parte del César de su producción, la asociación de fabricantes se revela, ya que muchísimos puestos de trabajo dependen de esta industria.

Tanta sobreproducción, forzada por el propio panoramix que quiere desmontar el sistema y que proporciona la pócima a todo aquel que quiere producir, acaba haciendo quebrar el sistema. El precio del menhir esta por los suelos y ya nadie los quiere. Los últimos en enterarse de la crisis son los galos que siguen produciendo a destajo. Cuando descubren que ya nadie quiere sus menhires estalla la revolución. La tensión entre los galos crece y se produce una enorme batalla campal que acaba devolviendo las aguas a su cauce. El sestercio se devalúa y los campamentos romanos vuelven a ser arrasados para divertimento de los galos, que recuperan su espíritu y lo celebran con una gran fiesta donde se ponen hasta las orejas de jabalí asado.

Si miramos la fecha en que este libro fue editado, descubriremos que data del año 1976, a medio camino entre las crisis del petróleo del 73 y la del 79. Goscinny y Uderzo ejemplifican con claridad como bajo las burbujas subyace una profunda crisis de valores en la que lo importante pasa a ser la acumulación de riquezas frente a la opción, claramente superior, de cazar jabalíes y reír con los amigos, lo mejor de la vida, para lo que los sestercios aportan poco. Que cada cual lo aplique a su vida personal a su manera.