En el fondo me hace ilusión que la gente lea mis historias,
creo que estoy digievolucionando(o como se escriba), esto no quiere decir que ahora escriba mejor que cuando empecé, pero si que voy perfilando mi estilo: escribir cosas sin sentido.
He puesto un mapa de visitas y flipo con la de gente de otros países que me visita o me ha visitado (y no van a volver a hacerlo porque mi blog es una castaña pilonga).
Hoy he visto que hasta en Arabia Saudita me han leído, otros países me imagino quienes son, de Francia ese gran Manolo Torrellas, en Estados Unidos las amigas americanas de Gerardo, que le da mi blog a todo el mundo, en Perú los familiares de Rafa el marido de Liesanne, los demás países no lo sé, y bueno en las islas Baleares hay un gran punto que me imagino que son Eu, Jesús y Emilio (el bombilla).
No me olvido de Granada, un beso a Carmen, Rosa y Mª del Mar.
A todos daros las gracias por leerme, con tanta visita voy a tener que seguir contando las cosas que me pasan, me han pasado, me pasarán o que no me pasarán nunca.
miércoles, 3 de junio de 2009
MORTAL BIKE: 5ª, PERO NO ÚLTIMA, PARTE
No soy muy deportista, pero reconozco que sienta bien hacer deporte.
Muchas veces me he ido sólo con la bici por ahí, la tarde de antes de Mortal Bike 1ª parte, se me ocurrió irme sólo a Sierra Nevada, bueno a Pradollano. Salí sobre las 5 de la tarde (con la fresquita) de mi chalet en Otura, tardé unos 30 minutos en llegar a Granada y enfilé la carretera de la Sierra. Llegar a Cenes de la Vega no es difícil, lo chungo viene a partir de ahí. Me costó la vida llegar a una señal que pone 800m (me parece), cerca de 2 horas, y decidí darme la vuelta para volver a mi casa que se tarda un poco más de una hora en llegar porque es cuesta arriba desde Granada.
Cuando le dí la vuelta a la bici (o montanbique) vi una cuesta abajo bestial delante mía y sin pensármelo dos veces me lancé sin pedalear hacia abajo.
Casi me mato, estuve un par de veces a punto de salirme en las curvas y caer por un balate, menos mal que no subían coches.
Como era cuesta abajo se me pasó el cansancio, pero cuando salí de Granada dirección Otura por la carretera de Armilla entendí el significado de "falso llano". Los llanos de Armilla no son tales, lo parecen pero me reitero, no lo son. Como pude llegué a Alhendín, seguí para Otura y hubo un momento que me bajé de la bici para ir andando. De vez en cuando miraba a los coches por si había alguien a quien conociera que me llevara, pero no cayó esa breva.
Llegué cerca de las 9 de la noche, en aquella época no había móviles ni ná, mi madre cuando me vio me dijo que estaba preocupada que donde me había metido y se lo conté. Me dí mi duchica, cené y ya no recuerdo si me acosté o estuve un rato de charleta con Alfonso. Eso sí al día siguiente me fui a la Ermita vieja de Dilar, lo que es tener 17 años.
Muchas veces me he ido sólo con la bici por ahí, la tarde de antes de Mortal Bike 1ª parte, se me ocurrió irme sólo a Sierra Nevada, bueno a Pradollano. Salí sobre las 5 de la tarde (con la fresquita) de mi chalet en Otura, tardé unos 30 minutos en llegar a Granada y enfilé la carretera de la Sierra. Llegar a Cenes de la Vega no es difícil, lo chungo viene a partir de ahí. Me costó la vida llegar a una señal que pone 800m (me parece), cerca de 2 horas, y decidí darme la vuelta para volver a mi casa que se tarda un poco más de una hora en llegar porque es cuesta arriba desde Granada.
Cuando le dí la vuelta a la bici (o montanbique) vi una cuesta abajo bestial delante mía y sin pensármelo dos veces me lancé sin pedalear hacia abajo.
Casi me mato, estuve un par de veces a punto de salirme en las curvas y caer por un balate, menos mal que no subían coches.
Como era cuesta abajo se me pasó el cansancio, pero cuando salí de Granada dirección Otura por la carretera de Armilla entendí el significado de "falso llano". Los llanos de Armilla no son tales, lo parecen pero me reitero, no lo son. Como pude llegué a Alhendín, seguí para Otura y hubo un momento que me bajé de la bici para ir andando. De vez en cuando miraba a los coches por si había alguien a quien conociera que me llevara, pero no cayó esa breva.
Llegué cerca de las 9 de la noche, en aquella época no había móviles ni ná, mi madre cuando me vio me dijo que estaba preocupada que donde me había metido y se lo conté. Me dí mi duchica, cené y ya no recuerdo si me acosté o estuve un rato de charleta con Alfonso. Eso sí al día siguiente me fui a la Ermita vieja de Dilar, lo que es tener 17 años.
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