La realidad supera la ficción y, a veces, hasta el jinchaco más grande tiene esa inocencia que sólo tienen los pardillos.
Por cierto, gracias a mi hermana Cristina por haberme alegrado la tarde. (Aunque mi hermano también me manda correos de vez en cuando, este me lo mandó mi hermana)
Si pulsais en la foto se hace más grande, y os partis la caja.
martes, 18 de agosto de 2009
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