Desde que puse la canción de: Rata de 2 patas en el Spotify, no he parado de mirar las portadas de sus discos, de leer los títulos de sus discos, incluso he empezado a memorizar las letras de sus canciones porque, aunque no lo parezca, esta señora ha vivido mucho.
Sus letras hablan, mejor que las de muchos, del amor, de infidelidades, de sexo, sí de sexo, porque aunque esté en los sesenta (setenta?) esta mujer ha dado mucha guerra no hay más que ver el título de sus canciones.
Yo, para haceros las cosas más fáciles he hecho una clasificación en tres etapas:
1ª etapa, juvenil, amorosa con títulos como: Discúlpeme suegrita, OK mi amor y Amor aventurero, del Album Desquitate conmigo, Tiempo perdido, Enséñame a olvidar, Anillo de compromiso, Me tiene que respetar, Del cielo cayó una rosa, Mi corazón tiene ganas. Esta última canción me sirve para enlazar con la siguiente etapa,
2ª etapa, la sexual, en la que le va la marcha de una manera tal que el título de estas canciones: Pobre pistolista, Le falta un clavo a mi cruz (clara connotación sexual), Pierdeme el respeto(todos sabemos a qué se refiere), Como me voy a ir, La que se fue, , Soltero maduro, Cheque en blanco (puede que se refiera a su cuerpo),Caricias ajenas (cuando le puso los cuernos a su marido), Me voy me voy del disco Taco Placero (ya me imagino comiéndoselo), Que me lleve el diablo (¡Dios mio, cuantos orgasmos!), No te doy la libertad (en plan dominanta), Despacito, Loca loca, Cara a cara y De carne y hueso del disco Las mujeres mandan, Las rodilleras (para que querría esta señora unas rodilleras, ah, ya...). Pero todo lo bueno tiene un final y pasamos a la,
3ª etapa, la de despecho, con los éxitos: La conocida Rata de dos patas, Y llorar para que, Arrastrate, Cero a la izquierda (insultos suuutilesss), Ya no te quiero (y no tan sutiles), Como un perro, Hombres malvados, No volveré, Respeta mi dolor, Te parto el alma, La que se fue, Fallaste corazón, Hipocrita, No seas cobarde, Que me perdone tu perro (no me preguntéis que le hizo), Maldita soledad, Y si tomo qué (que malo es el alcohol), No volveré, Hay que saber perder, y muchas más.
Para finalizar decir que me quedo corto con este artículo, y que creo que, con el tiempo, esta señora puede llegar a ser como Chuck, de los Norris del Norte, no cambia la cara en ninguna de las portadas de sus discos como él,y si no ha contado 2 veces hasta el infinito, poco le falta.
