CONTADOR+1850 VISITAS (DE ANTES DE QUE SE JODIERA EL OTRO CONTADOR)

sábado, 8 de agosto de 2009

CORREO DE INTERNET, SALUDOS A PATRICK SWAYZE (ALIAS JESUS CUENCA)

Muy antiguo.. pero tan gracioso que merece la pena remitirlo....

Quien no se sienta identificada, o no es de este planeta o no sé qué secreto esconderá


¿Por qué las mujeres están tanto rato en el lavabo público?

El gran secreto de todas las mujeres respecto a los baños es que de
niña tu mamá te llevaba al baño, te enseñaba a limpiar la tabla del
inodoro con papel higiénico y luego ponía tiras de papel
cuidadosamente en el perímetro de la taza.

Finalmente te instruía: 'Nunca, nunca te sientes en un baño publico'

Y luego te mostraba 'la posición' que consiste en balancearte sobre
el inodoro en una posición de sentarse sin que tu cuerpo haga contacto
con la taza.


La Posición : es una de las primeras lecciones de vida de una niña,
súper importante y necesaria, nos ha de acompañar durante el resto de
nuestras vidas. Pero aún hoy en nuestros años adultos,"la posición" es
dolorosamente difícil de mantener cuando tu vejiga está a punto de
reventar.

Cuando "tienes que ir" a un baño público, te encuentras con una cola
de mujeres que te hace pensar que dentro esta Brad Pitt. Así que pides
la vez y esperas paciente, sonriendo amablemente a las demás mujeres
que también están discretamente cruzando piernas y brazos. Es la
posición oficial de "me estoy meando".

Finalmente te toca tu turno, pero siempre llega la típica mamá con "la
niña pequeña que no se puede aguantar más" y aprovechan para saltarse
ambas la cola con todo el morro!. Entonces verificas cada cubículo por
debajo para ver si no hay piernas. Todos están ocupados. Finalmente
uno se abre y te lanzas casi tirando a la persona que va saliendo.
Entras y te das cuenta que el picaporte no funciona (nunca funciona);
no importa...

Cuelgas tu bolso del gancho que hay en la puerta, y si no hay gancho
(nunca hay gancho), inspeccionas la zona, el suelo esta lleno de
líquidos indefinidos y no te atreves a dejarlo ahí, así que te lo
cuelgas del cuello mientras miras como se balancea debajo tuyo, sin
contar que te desnuca la correa, porque el bolso está lleno de mierdas
que fuiste metiendo dentro - la mayoría de las cuales no usas, pero
que las tienes por si acaso - ....

Pero volviendo a la puerta... como no tenía picaporte, solo tienes la
opción de sostenerla con una mano, mientras que con la otra de un
tirón te bajas las bragas y tomas "la posición"... Alivio......
AAhhhhhh....por fin... Ahí es cuando tus muslos empiezan a temblar....
por que estás suspendida en el aire, con las piernas flexionadas, las
bragas cortándote la circulación de los muslos, el brazo extendido
haciendo fuerza contra la puerta y un bolso de 5 kgs. colgando de tu
cuello.

Te encantaría sentarte, pero no tuviste tiempo de limpiar la taza ni
la cubriste con papel, interiormente crees que no pasaría nada pero la
voz de tu madre retumba en tu cabeza "jamás te sientes en un water
público!", así que te quedas en "la posición" con el tembleque de
piernas, entonces por un fallo de cálculo en las distancias una
salpicada finíiiiiisima del chorro te salpica en tu propio culo y que
¡¡¡te moja hasta las medias!!! Tienes suerte si no te mojas tus
propios zapatos, y es que adoptar "la posición" requiere una gran
concentración.

Para alejar de tu mente esa desgracia, buscas el rollo de papel
higiénico peroooo, ¡joooooder...! el rollo esta vacío...! (siempre)
Entonces suplicas al cielo que entre los 5 kgs. de trastos que llevas
en el bolso haya un miserable kleenex, pero para buscar en tu bolso
tienes que soltar la puerta, dudas un momento, pero no hay más
remedio.y en cuanto sueltas la puerta, alguien la empuja y recibes un
portazo que tienes que frenar con un movimiento rápido y brusco, sin
miramientos o todo el mundo te vera semi sentada en el aire con la
bragas por la rodillas ¡¡NO!! Entonces gritas ¡¡¡O-CU-PA-DOOOO !!!',
mientras continúas empujando la puerta con tu mano libre, das por
hecho que todas las que esperan en el exterior han oído tu mensaje y
ya puedes soltar la puerta sin miedo, nadie intentará abrirla de
nuevo, (en eso las mujeres nos respetamos mucho) y te dispones a
buscar tu kleenex sin agobios, te gustaría usar más de uno pero sabes
lo valiosos que son en casos similares y te apañas con uno por si
acaso.

En ese preciso instante se apaga la luz automática del baño, en un
cubículo tan reducido no puede ser tan difícil encontrar el
interruptor! das la luz de nuevo con la mano del kleenex por que la
otra sigue sujetando tus bragas, vas contando los segundos que te
quedan para salir de allí, sudando por que llevas el abrigo puesto ya
que no hay perchero, y es que, hay que ver el calor que hace en esos
sitios tan pequeños y en esa posición de fuerza en la que sigues, con
los gemelos a punto de estallar.

Sin contar el cabreo que llevas por el portazo, el desnuque con la
correa del bolso, el sudor que corre por tu frente, la salpicada del
chorro en las piernas y en las medias, que todavía están mojadas... el
recuerdo de tu mamá que estaría avergonzadísima si te viera así;
porque su culo nunca tocó el asiento de un baño público, porque
francamente, "tu no sabes qué clase de enfermedades podrías agarrar
ahí".

Pero la debacle no termina... estás exhausta, cuando te pones de pie
ya no sientes las piernas, te recolocas la ropa rápidamente y tiras de
la cadena ¡sobretodo! Si no funciona preferirías no salir jamás de ese
baño ¡qué vergüenza! entonces sales al lavamanos. Todo esta lleno de
agua así que no puedes soltar el bolso ni un segundo, lo cuelgas al
hombro, no sabes cómo funciona el grifo con los sensores automáticos
así que tocas hasta que sale un chorrito de agua fresca, y consigues
jabón (generalmente ese día tampoco lo hay), te lavas en una posición
de jorobado de Notredame para que no se resbale el bolso desde tu
hombro y acabe en la pica del baño bajo el chorro automático, el
secador de aire es un trasto inútil así que acabas secándote las manos
en tu falda, por que no piensas gastar otro kleenex para eso! y sales
pasando junto ala línea de mujeres que aún están esperando con las
piernas cruzadas y en estos momentos eres incapaz de sonreír
cortésmente, consciente de que has pasado ahí una eternidad.


Tendrás suerte si no sales arrastrando un trozo de papel higiénico
pegado a tu zapato del largo del río Mississippi, o peor aún, con la
falta arremangada pillada por tus medias que te subiste a la velocidad
de la luz y enseñando el culo! Lo juro, a mi me pasó y no soy la
única, me consta!
Y sales.
En este momento ves a tu chico que ha entrado, usado y salido del baño
de hombres y que tuvo tiempo de sobra para leer Guerra y Paz mientras
te esperaba. "¿Por qué tardas tanto?" te pregunta irritado.
' Había mucha cola te limitas a decir.

Y esta es la razón por la que las mujeres vamos en grupo al baño, por
solidaridad, ya que una te aguanta el bolso y el abrigo, la otra te
sujeta la puerta, otra te pasa el kleenex por debajo de la puerta y
así es mucho más sencillo y rápido ya que tú solo tienes que
concentrarte en mantener 'la posición'. y la dignidad.


Esto esta dedicado a las mujeres de todas partes que han tenido que
usar un baño público.

Y finalmente os explica a vosotros, hombres, porqué nosotras tardamos tanto.

YA HE VUELTO DE VACACIONES

Sí, ya he vuelto de vacaciones, pero no os flipeis, porque hasta el lunes seguramente no empezaré a volver a escribir mis paranoias.

Hasta hace un rato he estado picando la pared del cuarto de baño grande de mi casa, porque vamos a cambiar los azulejos. Yo estoy de peón, y Javi (de Valdepeñas, aunque nació en Puerto Serrano, Cadiz) lo está ejecutando.

Tengo un porrón de cosas que contar, algunas son la bomba, otras son un verdadera gilipollez, pero así es el blog.

Una importante, el/la que quiera, que se compre la revista literaria Quimera, sale un artículo de Rafael Romero Tarassa, que como la mayoría no sabéis quien es, pues yo os lo digo, es el marido de Liessane. (Son unos amigos)
Con esta aclaración acojonante, os invito a que leáis su artículo, y si os gusta, mandéis un correo a la revista diciéndolo.