Lo que pasa con todas las cosas que tienen éxito es que salen de su area y se extienden por el mundo, así fué como los gofres llegaron a Granada, concretamente a su Feria.
Y allí estaban Carmen y Rosa, seguramente estarían con más gente, de casetas, columpios y to´la pesca. Ya a altas horas de la madrugada, les dió hambre y Carmen se compró un Gofraco gigante, lo que pasa es que a ella realmente lo que le apetecía era el chocolate y no el gofre, vamos que si le hubieran puesto el chocolate en un vasito habría triunfado.
Pero como tenía el chocolate encima del gofre, ni corta ni perezosa se puso a meter la lengua por los cuadrados que tienen y lo dejó mu limpico. Cuando terminó, en vez de tirarlo, que es lo que habría hecho alguien sensato, miró a toda la gente y les dijo: "¿Quereis?", y es que encima es buena gente por quererlo compartir. Un beso Carmen.
