Lo que pasa con todas las cosas que tienen éxito es que salen de su area y se extienden por el mundo, así fué como los gofres llegaron a Granada, concretamente a su Feria.
Y allí estaban Carmen y Rosa, seguramente estarían con más gente, de casetas, columpios y to´la pesca. Ya a altas horas de la madrugada, les dió hambre y Carmen se compró un Gofraco gigante, lo que pasa es que a ella realmente lo que le apetecía era el chocolate y no el gofre, vamos que si le hubieran puesto el chocolate en un vasito habría triunfado.
Pero como tenía el chocolate encima del gofre, ni corta ni perezosa se puso a meter la lengua por los cuadrados que tienen y lo dejó mu limpico. Cuando terminó, en vez de tirarlo, que es lo que habría hecho alguien sensato, miró a toda la gente y les dijo: "¿Quereis?", y es que encima es buena gente por quererlo compartir. Un beso Carmen.

1 comentario:
Jajajaja, si pero fue solo a Rosa a quien se lo ofrecí. Como le gusta lo dulce... No caí en que el chocolate me lo acababa de comer yo. Eso si, como pude, porque en la feria es dificil comerse un gofre y no acabar llena churretes...
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