Esta navidad con mi familia, como tantas otras, después de echarnos unos bingos, nos hemos puesto a contar historias de cuando éramos chicos.
Mi tía Kuki, que vive en un pueblo al lado de Graná, nos contó que cuando salía del colegio, se iba con sus amigos y amigas a lo alto de la rama de un árbol y, mientras veían a la gente pasar cantaban:
A mí me gusta cagar en alto,
por ver la mierda pegando saltos.
Y como cago tan a menudo,
por eso tengo tan suave el culo.
Nos partimos el ojete y de camino recordamos otra canción que nos cantaba mi tía a mis hermanos y a mí cuando eramos chicos con el ritmo del OH SUSANA:
Caminando hacia el oeste
mi caballo tropezó
con la polla de un gorila
que estaba tomando el sol.
El gorila cabreado
cuatro ostías me soltó
Y el caballo por los aires
hijo puta lo llamó.
domingo, 9 de enero de 2011
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