Antes de venirme a vivir a Valdepeñas, en el último trabajo que tuve de asesor financiero, me tiraba casi todas las mañanas por el centro de Granada, recorriendo oficinas de banco y demás. Tenía sus desventajas, y sus ventajas:
Por aquella época(2004)Eugenio trabajaba al final de la Gran Vía en un despacho de abogados, y también tenía que salir a los juzgados o donde fuera que vaya un abogado.
El caso es que yo empecé a echarme unos desayunos de media mañana con mi compañero Diego (el mejor de los que había), un día podía ser un café con tostada,otro un bocadillo del Aliatar con una cerveza.
Cuando tenía que ir al centro, le mandaba un sms a Eu:Niño, ¿echamos un dsyuno?. Nos juntábamos en una cafetería por la mitad de la Gran Vía, y nos metíamos unos curisanes con mantequilla, ummmm.
Otra opción era tomarnos unos churros en la Plaza Bib-Rambla, que tampoco está mal.
Todo esto contando con que todos habíamos desayunado antes, y esto era sobre las 12.30, y luego a las 14.00, estábamos comiendo otra vez.
Ya nos queda poco paras ser Hobbits, que desayunan cuatro veces al día.
jueves, 30 de abril de 2009
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