Me había tocado a mí ir al primer establecimiento de TeleZampo, que ya contaba con 30 repartidos por todo el país.
La cola llegaba a la calle, el local no era muy grande, tenía poca luz, estaba sucio, olía mal y la gente de la cola no paraba de gritar y empujarse.
Media hora después me tocaba a mí pedir. El mostrador estaba decorado con la tabla de precios y fotos de la comida, todo con unos colores demasiado llamativos y, no podía faltar el cartel del hamburguesa superespecial.
Me quedé mirando al dependiente, no me dijo buenos días, me dijo:"No tengo todo el día, vamos. ¿Qué quiere?
- Un menú pizza con patatas y agua, por favor.
- Son 5.5€(No me preguntó si era para llevar o para tomar, había sitio libre así que decidí quedarme)
Me eché a un lado y esperé a que me dieran la bandeja con mi almuerzo. El tipo que iba detrás mía sacó una navaja y le dijo al chico que le diera todo el dinero:
"¡DAME TODO EL DINERO!"
A lo que el chico respondió: "Y una mierda" mientras sacaba una pistola (parecía de aire comprimido, pero daba el pego) de debajo del mostrador.
Le tiró un tiro en la frente a quemarropa, sí, menos mal que era una pistola de aire comprimido, se giró y dijo:"¿Alguién más quiere tocarme los huevos?.
Entonces fue cuando el señor de detrás de mi mesa gritó:¡Me la he comido entera, me la he comido entera!
BANG.
jueves, 28 de enero de 2010
RELATO CORTO, CAPITULO 1
Cuando me levanté esta mañana todo indicaba que iba a ser un día como otro cualquiera, con su rutina de siempre. Ser cliente misterioso es muy aburrido, vas a un restaurante, pides la comida, y evalúas el servicio, el lugar, la comida, el precio, y yo que sé cuantas cosas más que hay que poner en el formulario.
Mi record está en 3 al día. Normalmente voy solamente a un restaurante, alguna vez que me he quedado con hambre he ido a otro y, en una ocasión fui a un tercer sitio a reventar, sinceramente me inventé el formulario.
En la oficina hay una leyenda, dicen que antes de entrar yo un tipo fue a 6 en un día. Claro que puede ser que hiciera 3 al mediodía y 3 por la noche. De todas formas es una barbaridad.
Después de ir al banco y hacer unas cuantas llamadas me dirigí al cuchitril que me tocaba. Era el origen de una cadena de franquicias: "TeleZampo", con una variada carta como: pizzas, burritos, hamburguesas, hamburguesas dobles, triples, cuadruples y la superespecial con 6 cachos de carne. La publicidad decía que si te la comías te daban un vale para que te comieras otra (si tenias cojones) otro día.
La cadena había recibido a través del buzón de sugerencias una suerte de quejas y recomendaciones sobre la limpieza, la atención del personal, etc., etc.
Mi record está en 3 al día. Normalmente voy solamente a un restaurante, alguna vez que me he quedado con hambre he ido a otro y, en una ocasión fui a un tercer sitio a reventar, sinceramente me inventé el formulario.
En la oficina hay una leyenda, dicen que antes de entrar yo un tipo fue a 6 en un día. Claro que puede ser que hiciera 3 al mediodía y 3 por la noche. De todas formas es una barbaridad.
Después de ir al banco y hacer unas cuantas llamadas me dirigí al cuchitril que me tocaba. Era el origen de una cadena de franquicias: "TeleZampo", con una variada carta como: pizzas, burritos, hamburguesas, hamburguesas dobles, triples, cuadruples y la superespecial con 6 cachos de carne. La publicidad decía que si te la comías te daban un vale para que te comieras otra (si tenias cojones) otro día.
La cadena había recibido a través del buzón de sugerencias una suerte de quejas y recomendaciones sobre la limpieza, la atención del personal, etc., etc.
martes, 26 de enero de 2010
LO QUE ME PUDE REIR
Ayer navegando por la red me metí en la página: Menéame, que ya me había comentado mi amigo Yamil que existia y que, mi compañero Manolo me recomienda visitar algunas veces, descubrí esta singular noticia:
Efectos macroeconómicos de las Minas de Moria en la Tierra Media
Os dejo el enlace para, quien quiera, se parta el ojete:
http://pifia.neoprogs.com.nyud.net/efectos-macroeconomicos-de-las-minas-de-moria/
Efectos macroeconómicos de las Minas de Moria en la Tierra Media
Os dejo el enlace para, quien quiera, se parta el ojete:
http://pifia.neoprogs.com.nyud.net/efectos-macroeconomicos-de-las-minas-de-moria/
NO PUEDE HABER PASADO OTRA VEZ
Si alguien a leído desde el principio o me conoce, sabe que sí puede ser que me pase de todo, para los demás puede parecer que me lo invento, y no es verdad, sólo lo adorno un poco.
Hace 3 años nos fuimos una semana en verano con Ignacio y Edu y Alfonso y Mamen al apartamento de Alfonso en Almuñecar.
Lo pasamos de escándalo, comiendo en chiringuitos playeros, tomando el sol, pasando la tarde en un SPA, haciendo de Goonies en las cuevas de Nerja (ya lo conté por encima en una entrada el 30/08/08). Vamos que lo pasamos muy bien.
Una tarde fuimos al puerto deportivo "Marina del este", paseamos por allí viendo los yates y antes de irnos me apoyé en una moto para descansar.
Se vé que la acababan de aparcar y tenía el tubo de escape todavía caliente. Sí, me quemé la pantorrilla derecha. Aquello empezó a echar pus que no veas, tenía muy mala pinta. Cogimos los coches y fuimos a una farmacia en Almuñecar, me dieron una crema y vendas.
Yo sé que mis amigos lo hacían por mí, pero si teneis amigos que no son médicos no les hagais caso cuando, al día siguiente tú no te quieres bañar en la playa y ellos te dicen: "Si el agua salada es buena para que cicatrice la herida" y tú vas y les haces caso. Menos mal que no se me infectó mucho, las niñas eran más prudentes y no dijeron nada.
Finalmente Nuria, la novia de mi amigo Javi, que sí es enfermera, me comentó un día que era bueno para las cicatrices que salían después de las quemaduras echarse Rosa de Mosqueta, y efectivamente, tengo la cicatriz mucho mejor, incluso me han vuelto a salir pelillos en la pantorrilla.
P.D.:Felicidades a Ignacio y a Edu por esa niña tan guapa que han tenido que se llama Marta.
lunes, 25 de enero de 2010
EL DIA DE LA MARMOTA
Parafraseando el título en inglés de la película de Bill Murray y Andie McDowell ( en España se llamó Atrapado en el Tiempo), el título de esta entrada me sirve para contar que un día (con 11/12 años) que se había quedado mi abuela a dormir en mi casa -dormía en mi cuarto-, cuando me desperté y me dispuse a vestirme para ir al cole.
Estaba tan dormido que me senté en el borde de la cama y empecé a vestirme. Mi abuela me miró y con mucha rabia me dijo: "Niño, para vestirte te tienes que levantar, ponerte en el medio de la habitación a vestirte y salir a desayunar. Qué es eso de estar sentado, hay que ver los niños de ahora".
La verdad es que lo pensé y como pude me puse de pie, me fui al centro de la habitación y me vestí mejor que cuando estaba sentado en la cama. Los mayores suelen tener razón, lo que mi abuela no sabe es que, cuando fui un poco más mayor, me levantaba, me vestía, desayunaba, me lavaba los dientes y, como siempre me sobraba tiempo antes de ir a clase, me volvía a meter en la cama vestido unos 5 o 10 min. Soy lo peor, aunque ya no lo hago.
domingo, 24 de enero de 2010
COSAS QUE DEBERÍAN ESTAR PROHIBIDAS
Ya sabeis que Gerardo es un colaborador activo de este blog, y sí, este tipo de videos deberían quedarse en la estantería de los padres para que los vieran sólo con la familia, o ni siquiera con ellos.
Si os meteis en la página de youtube y leeis los comentarios escritos en el video podreis comprobar que la mayoría de la gente piensa como nosotros.
Si os meteis en la página de youtube y leeis los comentarios escritos en el video podreis comprobar que la mayoría de la gente piensa como nosotros.
viernes, 22 de enero de 2010
LAS BICIS NO SON LO QUE PARECEN
Cuando mi hermana Cristina tenía 4 o 5 años, creo recordar que me dijo mi hermana Vivi que fue ella quien le regaló una bicicleta azul super chula. Tenía los puños blancos, una cesta azul en el manillar para poner sus muñecos y, por supuesto sus 2 ruedas detrás.
Me imagino que la bicicleta era para mi hermana Cristina lo más grande que le había pasado en su pequeña vida, era como un vehículo espacial con el que poder ir a cualquier parte.
Se tiró todo el día dando vueltas en su bici nueva y, cuando llegó la noche mis padres le dijeron que dejara la bicicleta aparcada en el "Cuarto de los arcos" en nuestro chalet. Mi hermana Cristina no se creyó que si dejaba la bici fuera de la casa esta fuera a estar a la mañana siguiente, así que metió la bici en su cuarto. Como no se podía dormir metió la bicicleta en la cama debajo de las sabanas. Menos mal que las 2 eran pequeñas y no se molestaron al dormir.
A la mañana siguiente continuó dando bicicletazos por los jardines hasta caer exhausta. Y es que, las cosas que parecen insignificantes a veces son lo mejor que nos puede pasar.
Me imagino que la bicicleta era para mi hermana Cristina lo más grande que le había pasado en su pequeña vida, era como un vehículo espacial con el que poder ir a cualquier parte.
Se tiró todo el día dando vueltas en su bici nueva y, cuando llegó la noche mis padres le dijeron que dejara la bicicleta aparcada en el "Cuarto de los arcos" en nuestro chalet. Mi hermana Cristina no se creyó que si dejaba la bici fuera de la casa esta fuera a estar a la mañana siguiente, así que metió la bici en su cuarto. Como no se podía dormir metió la bicicleta en la cama debajo de las sabanas. Menos mal que las 2 eran pequeñas y no se molestaron al dormir.
A la mañana siguiente continuó dando bicicletazos por los jardines hasta caer exhausta. Y es que, las cosas que parecen insignificantes a veces son lo mejor que nos puede pasar.
BICILETAS MORTALES AGAIN
Cuando cumplí 9 años (o a lo mejor fueron 8), para mi cumpleaños mi abuelo y mis padres me regalaron una super bici GAC color granate con ruedecillas.
Después de comer y tomarnos la tarta, mi abuelo y mi padre me sacaron de la casa y me llevaron al huerto. Bajamos hacia la piscina y, de la bodega sacaron aquella maravillosa bicicleta.
Mi cumpleaños es el nueve de septiembre y hasta finales de mes no empezaban las clases, así que tenía tiempo de aprender a montar en bici. Al principio las ruedecillas de detrás me daban seguridad, pero poco a poco se fueron convirtiendo en un estorbo.
Una tarde, auspiciado por mi madre y mi hermano Fali, le quité las ruedecillas y me dispuse a aprender a montar en bici. Parece que cuando sabes hacer una cosa la sabes de toda la vida, pero nadie nace sabiendo y las cosas se aprenden, en mi caso fue a golpes.
Me puse a dar vueltas por los jardines de mi parcela y cada curva que daba me caia en los cuadros de los rosales (pero sin pincharme). A la media hora ya estaba empezando a desesperarme, pero de repente empecé a pedalear manteniendo un equilibrio increíble. Después de dar unas vueltas mi madre me dijo que me fuera con mi hermano a la parcela del francés, una parcela enfrente de la mía que estaba sin urbanizar donde jugábamos al fútbol, béisbol y con las bicis.
Nos fuimos los dos y allí estuve tan contento.
Días después, continuando mi aprendizaje, me puse una mañana a dar vueltas a los jardines. Mi abuelo Rafael estaba sentado en el porche y yo estaba todo el rato diciendo: "Mira abuelo, mira abuelo", mientras lo miraba a él en vez de mirar por donde iba. Así que pasó lo que me suele pasar en estos casos, me dejé la uña del dedo meñique contra la pared de la cerca. El dedo empezó a sangrar y el salto que dí de la bici fue de, por lo menos, 20 cm, jeje.
Salí disparado hacia mi abuelo y este me tranquilizó como pudo (seguramente me dio un vaso de coca-cola) me vendó y se me pasó el susto.
Ahí aprendí a mirar por donde iba (que no suelo cumplir) y a que una uña tarde casi un mes en volver a crecer.
miércoles, 13 de enero de 2010
A TODOS NOS HA PASADO
Una tarde hace, por lo menos, 10 años, me fuí al ambulatorio de Gran Capitán porque estaba malo. Seguramente estaba resfriado.
Aprovechando que salía cogí un billete de 2.000pts para pasarme después del médico por una tienda a comprar una cinta virgen.
He cambiado desde mi adolescencia, pero poco, por aquel entonces iba a mi aire por la calle tropezando con los adoquines de la acera, resbalándome, etc. etc. (igual que ahora).
En la consulta del médico creo que no llegué ni a sentarme. Llegué, me saqué el número del bolsillo para enseñárselo, le dije lo que tenía, me recetó algo y salí.
Cuando acababa de salir a la calle me metí la mano en el bolsillo para comprobar que mi preciado billete de 2.000 pelas seguía allí. No estaba.
Me dí la vuelta intentado adivinar en qué momento podía haber salido de mi bolsillo. Pudo haber sido cuando saqué el número al entrar en la consulta, cuando llegué no había rastro de él y no era plan de preguntarle a los abueletes que hacían cola por el billete. Si lo hubiera hecho ahora mismo sabrían toda mi vida, donde vivo, cuantos hermamos tengo, si tengo un resfriado o gripe....
Hace un mes iba paseando por el Canal (Avda 1º Julio) por debajo de los soportales y, ante mí apareció un reluciente billete de 10 leuros en el suelo. Disimuladamente me agaché, lo cogí, me lo metí en el bolsillo, y al rato le dije a Mª Rosa y a mis acompañantes: Nos os paréis, seguid andando que me he encontrao un billete de 10€.
Y, como dice la canción de Jorge Drexler "Todo se transforma":cada uno da lo que recibe, y luego recibe lo que da, pues yo recibí mis 10 euracos en compensación, uoooo.
lunes, 11 de enero de 2010
VUELTA AL RUEDO
Tal como aparezco en la foto estoy ahora, pensando en el nuevo año. ¿Cómo será? ¿Qué me deparará el futuro? ¿Trabajaré o no trabajaré? ¿Me comeré ese yoghurt caducado del frigo o no me lo comeré?
A parte de la última pregunta que me hago, de la que si tengo respuesta (va a ser que no me lo voy a comer) las demás respuestas me dan igual. Habrá que vivir el presente, el día a día. Hombre hay que pensar un poco a largo plazo, pero sin estresarse.
La foto fue tomada por Yamil este puente en la Sagrada Familia de Barcelona, la meada que hay al lado no la eché yo.
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