Me he acordado de una navidad que mis padres nos regalaron a mi hermano Fali y a mí un juego de Magia Borras.
Nos juntamos con nuestros vecinos: Jose Manuel, Edu, Celes, y nos dedicamos a ir por los chalets de nuestros vecinos haciendo trucos de magia y pidiendo aguinaldo.
Yo tendría unos 10 años, y el caso es que no sé seguro si lo que voy a contar pasó en navidad o en verano. Como se nos quedó pequeña nuestra urbanización, nos fuimos a la de al lado: Molino Alto, hicimos un par de actuaciones magistrales, y llegamos a la granja.
Los que participaron en el Señor de las Bolitas puede que se acuerden de la granja derruida que hay justo antes de llegar.
Yo recuerdo haber jugado allí antes, y ver gente trabajando. Cuando entramos en la sala de estar, estaba una mujer de unos 50 años con su hijo, este tenía algún tipo de retraso, era muy grande y estaba tomándose una sopa mientras miraba la televisión.
Lo extraño era que, aunque la tele fuera antigua de las de blanco y negro, el programa que estaba saliendo era como de los años 70. Me fijé por si tenían un video y la madre le había puesto un programa grabado o algo así, le estaba buscando una explicación, pero no, fijándome bien en la casa era como si se hubiese quedado anclada en un par de décadas antes. Por otro lado, nada extraño, teniendo en cuenta el entorno donde estaba la granja y la gente que vivía allí.
Pero yo me quedé un poco mosca. Cuando le he comentado, alguna vez, a mi hermano Fali si se acuerda, creo que me dijo que no recordaba que hubiese habido nunca gente en la granja, que siempre había estado derruida desde que se acordaba.
Que acojone, lo mismo eran los espíritus de la gente que había vivido antes allí.
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