martes, 17 de febrero de 2009
VIVA EL HEAVY METAL
Resulta que, o como diría mi abuela: mira que te diga, un día (hace 5 años)estaba estudiando en casa de mi amigo Charlie al lado de la Pza de la Concordia, cuando apareció su amigo Heavy Sebas.
Tenía un perro que se llamaba Crom (como el dios de Conan) y un par de tatuajes en los brazos, acojonantes, de calaveras. Hicimos una parada en los estudios para tomarnos un refrigerio y Sebas nos contó sus aventuras con los colegas heavys.
Se metían de todo, coca, tripis, agua de las macetas. La historia que más me impacto fue aquella en la que estaban unos cuantos en Pedro Antonio de Alarcon, tajaos y drogaos, y se encontraron al lado de un contenedor el palo de una escoba. Uno de ellos dijo que era una bruja y que esa era su escoba mágica, y se tiró toda la noche montado encima hasta que llegaron a un pub en uno de los callejones pegando a la C/del Sol.
Allí el portero, como es lógico, le dijo que no podía entrar con la escoba, todos los amigos dijeron que como iba a ser eso, que se la podían robar, entonces uno dijo que la clavara en el suelo(acera) como si fuera EXCALIBUR, y así sólo él podría recogerla. Feliz idea, ...sí. Si intentas clavar una escoba con todas tus fuerzas en una acera, lo que puede suceder es que se rompa y salten las astillas, y que una de ellas se te clave en el ojo y te quedes tuerto. ¡Ostias! si eso fue lo que pasó.
Yo, aunque pensaba y pienso que las drogas son malas, llegué a la terrible conclusión de que eran mu malas.
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