Sí señores y señoras, la bici (o montanbique) puede resultar mortal a gente incluso con experiencia.
Resulta que en 1º de BUP, si aprobaba, mi padre me iba a comprar una bici, pero me quedaron las matemáticas para el verano y, cuando acabó el cursillo de verano, le dije a mi padre que quería la bici. Él me dijo que no había aprobado cuando tenía que aprobar, así que no me compraba la bici, me la tuve que comprar yo, pero al final mi pae me ayudó.
Desde entonces me ha pasado de todo, a mí y a la gente que ha estado conmigo.
Una vez con Ignacio, Raúl y otro que se llamaba José Nosequemás, nos fuímos a la Ermita Vieja de Dilar. Al Jose Nosequemás se le pinchó una rueda a la vuelta, y como no teníamos parches ni na de na, llenó la cubierta de la rueda con las ramillas de los pinos, sí nos pusimos a coger tirillas verdes del suelo. Os lo creáis o no, no funcionó, que pollas va a funcionar, tardamos lo más grande en volver a nuestras casas.
Cuando era la fiesta de San Isidoro, un par de años cogimos los de mi clase y nos subíamos al Llano de la Perdiz con comida y hacíamos una barbacoa.
La primera vez subimos Jorge Barranco, Yves, Javi, Cardenete, Paco Harredondo, Jorge Ros y no sé si Javi Saavedra también. Jugábamos al fútbol y después bebíamos calimocho calentorro sin cubitos, no sabéis lo mal que sienta.
Nos dimos un paseo por la Silla del Moro, y el camino de asfalto pasaba a veces a camino de chinos. Javi se subió con su bici de carreras y, el efecto de pasar de asfalto a chinos no le benefició mucho porque se metió una hostia bien grande.
Cuando bajamos por la cuesta del Caldero, los que íbamos detrás de Paco lo vimos como intentaba adelantar a un coche parado por la derecha, puede que por los efectos del alcohol, se pegó tanto a otro coche aparcado que el espejo retrovisor lo frenó en su bajada e hizo que se frenara en seco y la rueda de atrás subiera hacia arriba (mientras todos levantábamos las cabezas y las bajábamos rápidamente) y le cayera encima. Se rompió una clavícula, y el dolor le duró años porque no se lo dijo a sus padres y no fue al medico.
martes, 17 de febrero de 2009
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1 comentario:
Buenísimo. ¡Qué gran narrador!
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