Ya he hablado en otras ocasiones de los repartidores de flyers y de las ganas de partirme la cara que tenían, pero hoy hablaré de cómo la gente se busca la vida de la manera más sencilla, a veces, y que mucha gente no se jipa.
Llamemos a nuestro amigo Channing, se independizó cuando volvió de la mili y mientras estudiaba y trabajaba también salía a tomarse algún refresco de vez en cuando. (Que resumen de vida más acojonante he hecho en un momento)
Quedaba con un colega y se decían: "vamos a por cerveza fresquita y gratis" (lo decían de otra manera, pero no me acuerdo), salían los jueves que las calles estaban llenas de relaciones públicas repartiendo tickets de cerveza gratis hasta la una, y chupitos gratis con copas, y además había bastantes chavalas que seguro que bebían y, alguna caería.
Mientras hacían como que esperaban a más gente en la Plaza Isabel la Católica, se les acercaban los relaciones públicas y les preguntaban cuantos eran, Channing y su amigo decían que eran 8. Se iban al pub con los 8 flyers, y se arrimaban a un grupo que estuviera por allí, para que los camareros pensaran que cuando pedían las 8 cervezas eran para el grupo.
Se pillaban unas mierdas descomunales y, gratis, que es la palabra mágica, invitaban a todo cristo con los tubos de cerveza de no poder beber más y, lo único que siento es no haberlo conocido antes para que me hubiese contado el truco.
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