NIÑO, TE VOY A DAR UN CEPAZO QUE TE VOY A MANDAR AL....

Cuando era muy chico mis hermanos y yo comíamos en la cocina. Salíamos del colegio y mi madre nos daba a 4 niños de comer, vaya merito.

Luego ella comía a las tres y pico cuando llegaba mi padre de trabajar.

Pues bien, muchas veces hacía comida que no nos gustaba, como la Tortilla de calcetín, que olía y sabía a calcetín, como su propio nombre indica. Estas veces, mi hermano Fali y yo nos hacíamos unas pelotas en un carrillo de la boca y no nos tragábamos la comida, mi madre muchas veces se daba cuenta y nos la teníamos que tragar, pero otras veces salía de la cocina y corríamos a la papelera de la basura y tirábamos la comida.

Una de las veces (muchas veces) que yo no comía, no recuerdo que comida tenía ese día, mi madre se deseperó, empezó a darme voces para que me comiera la comida y dijo:COMO NO TE COMAS EL PLATO, AHORA MISMO, TE VOY A DAR UN CEPAZO QUE TE VOY A MANDAR AL PISO DE ABAJO.

Aquellas palabras hicieron mella y creo que comí lo suficiente para que mi madre me dejará irme. Y comí porque (¿con 10 años?) me emparonoyé y me imaginé haciendo un hueco en el suelo de mi piso, cayendo en la cocina de mi vecina de abajo. La estructura del piso era similar, así que sabría por donde tirar para llegar a la salida como si de un laberinto se tratara.
Luego en la salida tendría 2 opciones, subir a mi casa de nuevo, o huir como un cobarde que no se enfrenta a sus temores.

Como es lógico nada de esto pasó, pero ya he comentado que tenía y creo que tengo un poco de imaginación.