Cuando estaba en 2º o 3º de BUP, en el San Isidoro, tenía un compañero bastante grillao de apellido Callejas.
Medía (y espero que siga midiendo)1,88m más o menos, llevaba unos pesos de arena en forma de tobilleras y muñequeras debajo de la ropa, en plan Goku de Bola de Dragón, decía que cuando se los quitaba íba super rápido(eso es ser flipao, los inicios del frikismo).
El último día de clase de uno de los cursos nos fuimos unos cuantos a la Glorieta a pillarnos unos litros de cerveza y celebrar las notas. Hacía bastante calor, de ese tipo de calor que hace que se te pegue un chicle derretido a la suela del zapato, sí de ese tipo.
Ya llevábamos un par de rondas de litros cuando "el Callejas" dijo: Pues yo, si quiero, me bebo un litro del tirón, ¿qué os apostáis?.
Los que estábamos allí ya nos íbamos a ir pero dijimos que venga, que lo hiciera. No recuerdo cuanto apostamos, pero nos quedamos 4 o 5 tíos viendo como se metía el litro en la boca y empezaba a beber.
Casi lo consigue.
Cuando le quedaba menos de 1/4 de litro, se veía como le chorreaba la cerveza por la boca, alguien dijo una chorrada (seguro que no fui yo) y todos vimos como le salía cerveza por la nariz y se manchaba la ropa. Menudo espectáculo.
Por eso no digáis eso de: Pues yo, si quiero..., no conduce a nada bueno.
viernes, 13 de marzo de 2009
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