Me contó Mª Rosa que el otro día salió con su padre a pasear y se llevaron a Brutus, el Bulldog de Paco.
Cuando estaban llegando a su portal se encontraron con un hombre paseando con su hija de unos 2 añitos. Mª Rosa y su padre le dijeron al padre y la niña que se acercara al perro que no era peligroso.
Resulta que la niña llevaba un vestido y, cuando se agachó, el perro metió el hocico por debajo de la falda.
La niña se asustó enormemente, y su padre le dijo: Hija, que te come el chochete.
Esos es, señoras y señores, un padre que echa una mano a su hija muerta de miedo, seguro que el trauma le dura hasta que se case, tenga una hija y vean un perrete y se dé cuenta de que no puede hacerle nada.
miércoles, 25 de febrero de 2009
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